lunes, 30 de noviembre de 2009

SEMANA 7 DE EMBARAZO. LA PRIMERA ECOGRAFIA.

Siempre jure que no iba a ser una de esas mujeres que sufren todo el embarazo, que se quejan, que se agitan, que vomitan, que se asquean, que no prenda ese cigarrillo, que no puedo ni oler a ese señor. Siempre pensé que eso era pura malcriadez, viejas inmaduras que no tienen un ápice de berraquera, niñas mimadas. En resumen para mi el embarazo era una cuestión de actitud.
Estaba equivocadísima.
Las nauseas matutinas no son ninguna cuestión de actitud, es una moridera que le provoca a uno echarse en posición fetal y simplemente lamentarse. Aun así, y, apelando a la actitud, me levanto. Me como algo y el cuerpo revive un poco, lo suficiente como para lograr salir de la casa rumbo al trabajo. Nunca fui tan improductiva en las mañanas. Como de ocho y media a diez y media me repongo del viaje en taxi, y a esa hora comienza un ataque de hambre que me desconcentra totalmente. Para las once de la mañana tengo todo el cerebro ocupado pensando que voy a almorzar. Al almuerzo llego pensando que tal vez no debería comer nada con esa maluquera, pero mágicamente, al terminar de comer todo mal desaparece. Podría decirse que en este estado uno sólo logra vivir de a medios días. Estoy chinche, consentida, llorona y algo voluntariosa.
Para este momento no le he encontrado lo "bello y maravilloso" al tema este de la reproducción. No me siento embarazada, la idea me parece aún muy abstracta, me siento enferma. Al resto de la gente parece que si les cayó la noticia, que ya como que se dieron cuenta de la dimensión de la cosa y están todos extasiados.
Luego llegó la primera ecografía.
La primera ecografía, y esto se lo deberían decir a uno desde el comienzo, no es como en las películas con un gel por encima de la panza, no señoritas, es lo que llaman "trans-vaginal". Yo gracias a dios me entere dos días antes porque sino hubiera llegado con mi papá a un procedimiento que no nos habría permitido mirarnos a los ojos nunca jamás. Fui con mi mamá y mi hermana pues Anibal esta de viaje. Cuando uno llega con la mamá y la hermana a una ecografía, en un sala llena de mujeres embarasadísimas y maridos emocionadísimos ,todo el mundo lo mira a uno con cara de mamá soltera, metida de patas que se tiró la vida.
No voy a entrar en detalles por el tipo de procedidmiento, pero si les puedo decir que se me vino el mundo encima. En realidad lo que uno ve en la primera ecografía no es mucho, es más, no ve uno un carajo. El médico comienza haciendo una cantidad de mediciones que uno no entiende. pra louego voltearse y decir dulcemente: "Tu bebé esta muy bien!". ¿Tu bebé? MI bebé? TENGO UN BEBÉ????? la noticia como que me cayó de pronto y luego para que no me quedaran dudas, pude escucharle el corazón. Es lejos lo más impresionante hasta el momento, el corazón es del tamaño de un grano de azucar, el "bebé" es tan grande como una lenteja y se mueve!!! Oirle el corazón es un ataque de realidad.
Las nauseas matutinas siguen, pero ahora cuando me despierto ademas de nauseas me ataca la realidad, me levanto mareada y en shock. A ratos como que se me olvida, cuando me acuerdo vuelvo a quedar muda. Es una realidad, voy a tener un bebé. Si dios existe no creo que haya pensado esto mu bien.

domingo, 29 de noviembre de 2009

SEMANA 6 DE EMBARAZO. EL ZIGOTO AHORA ES EMBRIÓN. LAS RECOMENDACIONES.

Las nauseas matutinas no se han ido, la gente insiste en darme ánimo diciendo que son sólo los tres primeros meses, osea que me quedan cerca de dos meses con esta sensación de desmayo constante, que ánimo!!! mi mamá decidió pubicar la noticia en su Facebook antes que yo y mis hermanas se dicen tias entre ellas. Para mi papa oficialmente pase de ser la niña de sus ojos al estuche de su amado nieto. Bogotá, Panamá y Buenos Aires están enterados de la noticia, así que comienzan a llegar recomendaciones de todos lados del mundo para un feliz embarazo.

De Ecuador mi tia me recomienda no tomar limonada, ni comer papaya, ni agua de yerbabuena. Mi prima Natalia insiste en que no debo usar la escoba, ni tender la cama. Mi papá no me deja montar a caballo ni en bicicleta ni tomar cocacola, mi mamá no quiere que camine mucho ni que suba las escaleras que llevan a mi casa, mi amiga de Alemania me dice que no puedo comer sushi ni carpacio y que si ha oido algo de la papaya que mejor no me la coma. Que no tome cafeína, que no tome muchos cítricos, que mejor si tome muchos cítricos, que no vaya el gimnasio (esta si la he seguido al pie de la letra), que no tire o mejor que si, que no me angustie, que me cuide, que no diga groserias, que no tenga malos pensamientos, que camine despacito, que no baile desaforadamente, que no me acerque cuando estan fumando, que hielito picado con limón. Que no le diga el camarón que el bebé me oye, que si ya pense en el nombre, que venga por unas cositas, que no vaya a comprar nada antes del 7 mes, que no le diga a nadie que guardemos el secreto. Que duerma mucho, que aproveche para trabajar, pero que trabaje poquito, que se tome un suplemento vitaminico, que no tome nada. Que se eche de esta crema que no se ponga cosas apretadas, que se prepare las tetas, que fresca que eso es facilísimo.

Por otro lado mis pobres gatos han tenido la peor semana de sus vidas. Todo el mundo parece estar contra ellos, los argumentos van desde que transmiten una enfermedad altamente mortal hasta el ataque feroz que sufrira el criaturo cuando llegue. En los ultimos dias fueron bañados, desparasitados, vacunados, tuvieron que hacer popo en un periodico para muestras coprologicas, fueron examinados, oscultados, revisados de arriba a abajo, de la cola a la trompa. Pobrecitos, todo para llegar a la conclusión de que están más sanos que yo. Que la toxoplasmosis no es mortal y sólo la transmiten una semana en su vida, que sólo les da si son cazadores y estos dos a duras penas persiguen una mosca.

Son tantas recomendaciones e indicaciones que sinceramente he decidido no hacerle caso a nadie. como lo que me antoja y hago todo lo que hacia antes, incluyendo no ir al gumnasio.