lunes, 21 de diciembre de 2009

SEMANA 8 DE EMBARAZO. LOS ANTOJOS

Bueno, ya hemos llegado a la semana 8. Se supone que si llegamos hasta este punto las posibilidades de una pérdida son cada vez menores. Este muchacho como que viene bien agarrado. Las nauseas no se han ido y la gente sigue diciendome animadamente que sólo me faltan 4 semanas de maluquera, sólo 4!!! El embrión esta semana ha dejado de llamarse embrión y pasa a ser feto, yo le sigo diciendo el camarón, el alien o "the thing", Anibal lo llama el bicho. o el gusanito. Supongo que en algún momento pasará a ser "el bebé", que cursileria.

Esta semana han llegado con fuerza los antojos, y vamos aclarando algo señoritas, los antojos no son como en las películas una cosa desesperante que a las tres de la mañana este pobre hombre tiene que salir empiyamado por toda la ciudad buscando un mango biche con sal y limón, eso es malcriadez y un tanto de malparidez. Si bien el pobre hombre tiene el 50% de la culpa de todo lo que nos está sucediendo, nadie se merece tener que salir a buscar algo tan absurdo en piyama a altas horas de la madrugada. No sé como serán los antojos de las demás embarazadas, pero a mi me ha dado por comer unas porquerías que antes me producían un asco indescriptible. Tengo por ejemplo unas ganas locas de comerme unas papas rellenas que vende una señora gorda que llega con un canasto tapado con un trapo que creo que jamás ha visto el agua y el jabón, a una obra de construcción cerca de mi casa, acompañadas de un minivasito de cocacola caliente y sin gas. Me muero por irme a un piqueteadero de la 1 de mayo a echar morcilla de la que no es negra sino grisesita. Hay un puesto de empanadas en la calle 67 con séptima, no he visto las empanadas, pero una de dos, o son baratísimas o son deliciosas porque el chuzo ese vive lleno de gente, me muero por probarlas. Cuando estoy sola pido sopa de menudencias a Calivea, me la como con arroz blanco todo en el mismo plato y cuando se acaba siempre pienso que he debido pedir dos. Quiero pincho de carne de dudosa procedencia de esos medio amarillos que venden los domingos en el Parque Nacional. Hormigas Culonas, paleta de agua de esas de neverita de icopor sin empaque y con tapa de acrilico, pizza de carrito de afuera de cualquier universidad de garage, arepa de huevo de mostrador de cigarreria, sanduche de vitrina que no llevan ninguna salsa y habría que comerse con medio litro de gaseosa, gaseosa, mazorca con plomo de carretera, perros calientes de carrito de esos que traen hasta huevito de codorniz, chorizo de palito de pincho con arepita insipida, zanahoria con queso crema con cebollitas, pan con mayonesa, jugo de guanabana.

Es tal la cantidad de porquerías que me quiero comer que es más el miedo a intoxicarme que a subirme ridiculamente de peso, cosa que el endocrinologo me tiene absolutamente prohibido. Se supone que no puedo subir más de 10 kilos en todo el embarazo, jajajajajajajajajjajajajajajajajjajaajjajaj.


1 Comment:

Celes :) said...

Yo hasta ahora el único antojo que tuve fue de sanguchitos de miga, pero fui prudente, porque se me antojaron un sábado a las seis de la tarde, así que para mi marido fue bastante fácil. El trabajo lo tuvo el panadero, que preparó los sanguchitos especialmente para la ocasión. Ahora cada vez que voy a comprar el pan, me pregunta si tengo antojo de algo! Y tengo desesperación por comer cosas dulces, la semana pasada me comí medio pan dulce yo sola mientras jugaba a un jueguito en la compu, un desastre!
Ya nos pondremos al día en el chat, que estén bien, besos para los tres!